Según el Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras, los padres preocupados pueden proteger a sus hijos adolescentes eligiendo un vehículo seguro. Los adolescentes deben conducir vehículos que reduzcan las posibilidades de sufrir un accidente y que ofrezcan protección de última generación en caso de que choquen.
Los padres deben:
- Evite elegir un vehículo con una imagen de alto rendimiento para que lo conduzca su hijo adolescente. Es probable que los autos deportivos y otros vehículos con características de rendimiento, como la turboalimentación, fomenten el exceso de velocidad. Al elegir un vehículo con una imagen tranquila, los padres pueden reducir las posibilidades de que su hijo adolescente tenga un accidente relacionado con la velocidad.
- Prohibir que su hijo adolescente conduzca un vehículo inestable. Los vehículos utilitarios deportivos, especialmente los más pequeños, son inherentemente menos estables que los sedanes debido a sus altos centros de gravedad.
- Considere un vehículo de tamaño mediano o completo para su conductor adolescente. Los vehículos grandes ofrecen más protección en choques que los más pequeños. Sin embargo, esto no significa que los padres deban poner a su hijo adolescente en el vehículo más grande que puedan encontrar. Muchos autos de tamaño mediano y grande ofrecen una protección contra choques más que adecuada. Los padres deben verificar las clasificaciones de seguridad de los automóviles medianos y grandes. (IIHS)